Año 2010
Óleo sobre tabla
180 x 120 cm
Ante el inminente y definitivo compromiso de la celebración de la boda, se suceden en lo más profundo y secreto de una mujer, a punto de desposar, pensamientos y emociones inconfesables, que no son patrimonio del mundo femenino, pero sí alcanzan en ella su máxima y más desgarradora expresión. Su desventaja social y económica a lo largo de la historia frente al varón, en diferentes culturas y sociedades, la privaron y, aún hoy día, la privan de la primera y más esencial de las libertades: la libertad interna, otorgando un valor añadido a la secuencia de estos íntimos instantes que he intentado recoger en este cuadro.
Mi sensibilidad para con todas las mujeres que han sido, son y serán novias, con aquéllas que deseándolo no alcanzaron a culminar su sueño y, sobre todo, con aquellas que habiendo dado el paso de convertirse en amantes compañeras o esposas sufrieron y sufren el desengaño y la crueldad, costándoles incluso la vida. A ellas dedico de todo corazón el significado de esta obra.